Y esta es una de sus más bonitas canciones de amor, de amor real, de amor con defectos, de amor "verdadero", de ese que despierta a la princesa del cuento.
Como he dicho está incluida en "Mediterráneo", publicado en 1971 y que marca un antes y un después en la carrera de Serrat y posiblemente en el mundo musical español.
La mujer que yo quiero, no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.
Pero ella es más verdad que el pan y la tierra.
Mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo...
La mujer que yo quiero, no necesita
deshojar cada noche una margarita.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
Con ella quieren dármela mis amigos,
y se amargan la vida mis enemigos...
porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor, se pierde el orgullo
y la vergüenza...
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta,
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios.
Son todos suyos mis compañeros de antes...
Mi perro, mi Scalextric y mis amantes.
¡Pobre Juanito...!
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta:
pero, por favor, no se lo digas nunca.
Pero, por favor, no se lo digas nunca...
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.
Pero ella es más verdad que el pan y la tierra.
Mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo...
La mujer que yo quiero, no necesita
deshojar cada noche una margarita.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
Con ella quieren dármela mis amigos,
y se amargan la vida mis enemigos...
porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor, se pierde el orgullo
y la vergüenza...
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta,
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios.
Son todos suyos mis compañeros de antes...
Mi perro, mi Scalextric y mis amantes.
¡Pobre Juanito...!
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta:
pero, por favor, no se lo digas nunca.
Pero, por favor, no se lo digas nunca...
Comente en tu blog que las palabras estan demas para cualquier tema de Serrat, como para Cohen, solo hay que escucharlos y disfrutarlos
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