jueves, 10 de diciembre de 2015

Pueblo blanco. Joan Manuel Serrat

Apuesta por un valor seguro..."Pueblo Blanco" de Serrat, contenido en "Mediterráneo", de 1971, pero casi antítesis de la canción que da titulo al disco. Una preciosa canción dedicada a la España profunda, de interior, castellana, extremeña, aragonesa...atrasada, empobrecida, llena de atavismos. Un poema apoyado y que se acerca a los tintes cinematográficos de Berlanga y Bardem, a la España teñida de blanco y negro, la España pintada por Delibes o poetizada por Machado. Una auténtica joya que reivindica en la relación de tópicos una realidad no menos tangible en unos momentos concretos.
Unos pueblos "blancos" que luego he conocido sus reminiscencias, alejados del mar, sedientos de perspectivas, de horizontes.
Esta canción la escuche por primera vez recitada como si de un poema se tratase, cantada como novedad y me trae a la memoria la vieja estación de ferrocarril de Atocha y la llegada en un no menos destartalado ferrobus que hacia el recorrido desde Cuenca (uno de esos pueblos blancos, en este caso lo que se llamaba despectivamente "provincias") hasta la capital, Madrid.
Una canción imprescindible en mi vida.

Colgado de un barranco 
duerme mi pueblo blanco 
bajo un cielo que, a fuerza 
de no ver nunca el mar, 
se olvidó de llorar. 
Por sus callejas de polvo y piedra 
por no pasar, ni pasó la guerra. 
Sólo el olvido 
camina lento bordeando la cañada 
donde no crece una flor 
ni trashuma un pastor. 

El sacristán ha visto 
hacerse viejo al cura. 
El cura ha visto al cabo 
y el cabo al sacristán. 
Y mi pueblo después 
vio morir a los tres... 
Y me pregunto por qué nacerá gente 
si nacer o morir es indiferente. 

De la siega a la siembra 
se vive en la taberna. 
Las comadres murmuran 
su historia en el umbral 
de sus casas de cal. 
Y las muchachas hacen bolillos 
buscando, ocultas tras los visillos, 
a ese hombre joven 
que, noche a noche, forjaron en su mente. 
Fuerte para ser su señor. 
Tierno para el amor. 

Ellas sueñan con él, 
y él con irse muy lejos 
de su pueblo. Y los viejos 
sueñan morirse en paz, 
y morir por morir, 
quieren morirse al sol. 
La boca abierta al calor, como lagartos. 
Medio ocultos tras un sombrero de esparto. 

Escapad gente tierna, 
que esta tierra está enferma, 
y no esperes mañana 
lo que no se os dio ayer, 
que no hay nada que hacer. 
Toma tu mula, tu hembra y tu arreo. 
Sigue el camino del pueblo hebreo 
y busca otra luna. 
Tal vez mañana sonría la fortuna. 
Y si te toca llorar 
es mejor frente al mar. 

Si yo pudiera unirme 
a un vuelo de palomas, 
y atravesando lomas 
dejar mi pueblo atrás, 
os juro por lo que fui 
que me iría de aquí... 
Pero los muertos están en cautiverio 
y no nos dejan salir del cementerio.





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