Una vez escribí un pequeño relato sobre gorriones, nada comparable al maestro Serrat, pero valga hoy este tema.
Es menuda como un soplo
y tiene el pelo marrón
y un aire entre tierno y triste
como un gorrión.
Le gusta andar por las ramas
ir de balcón en balcón
sin que nadie le eche mano
como un gorrión.
Nació libre como el viento,
no tiene amo ni patrón
y se mueve por instinto
como un gorrión.
Pajarillo pardo...
En la Carrera
de San Bernardo,
quedó tu nido seco y vacío
quizá algún niño ya lo robó.
Pajarillo errante
que bebe el agua de los estanques
y de mi mano jamás comió.
Y no le vende al alpiste
su calor ni su canción
por ahí busca su lechuga
como un gorrión.
Y le da pena el canario
pero no envidia a un halcón.
Le gusta volar bajito
como un gorrión.
Y tutearse con las nubes
y dormir en el rincón
donde no llegan los gatos
como un gorrión.
Pajarillo pardo...
En la Carrera
de San Bernardo,
quedó tu nido seco y vacío
quizá algún niño ya lo robó.
Pajarillo errante
que bebe el agua de los estanques
y de mi mano jamás comió.
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